Salvemos a nuestras abejas

Desde ANATUR queremos resaltar que las abejas son esenciales para la producción de hasta un 35% de los cultivos que consumimos. La polinización, que es un servicio gratuito vital para el ser humano, a nivel económico equivale a 2.400 millones de euros sólo en España (A nivel global los datos se elevan a un 9.5% del valor total de la producción mundial de alimentos).

Sin embargo, en ANATUR preocupa la alta mortandad de las abejas que se está dando en tiempos recientes. En Europa, el descenso de las cabañas apícolas se sitúa en torno al 25%, con un ritmo de pérdida anual estimado en el 20%. En España la situación es si cabe más grave, hasta el punto de que apicultores españoles cifran en picos de hasta el 40% las pérdidas de población durante el invierno (especialmente en zonas del Este y Sur peninsular coincidiendo con la floración de nectarinos y melocotoneros).

En ANATUR nos hacemos eco de la propuesta de la Comisión Europea que plantea la prohibición total de tres plaguicidas peligrosos para las abejas y cuya votación está prevista para este mismo mes de mayo. Esto implica que la nueva normativa podría entrar en vigor ya en 2017.

Los pesticidas señalados son: la clotianidina y el imidacloprid, ambos de Bayer y el tiametoxam de Syngenta. Sin embargo, su peligrosidad era conocida con anterioridad, ya que la propia Comisión Europea prohibió el uso y venta de semillas tratadas con estos productos en 2013 por suponer un riesgo agudo elevado para las abejas al perjudicar el desarrollo y supervivencia de las colonias.

Este tipo de pesticidas se denominan químicamente neonicotinoides y actúan afectando al sistema nervioso central de las abejas causando problemas de desorientación en las obreras y dificultad para volver a la colmena. El problema radica en que los estudios científicos han observado que las abejas se sienten más atraídas por el néctar de aquellas flores tratadas con pesticidas, lo que acentúa y acelera el envenenamiento. De la misma manera hay que alertar que no sólo los neocotinoides son peligrosos para la apicultura, sino que otros plaguicidas como el clorpirifós aparecen mucho más frecuentemente en las colonias afectadas.

Es por desgracia habitual que aparezcan en las abejas muertas restos de plaguicidas prohibidos por la legislación en España. Productos que se usan de manera impune incluso aunque los propios fabricantes desaconsejen su uso mientras se mantiene la flor en el árbol. Esto para ANATUR es síntoma manifiesto de la desidia o incompetencia de la administración en lo relativo al control del envenenamiento de nuestros campos

Así mismo, en ANATUR preocupa el declive de las cabañas apícolas por los ataques de ácaros y parásitos. Por ejemplo el parásito Nosema ceranae aparece en más del 80% de las muestras de abejas adultas y actualmente no existe ningún medicamento veterinario que permita un control de este patógeno. Para ANATUR es alarmante también la incidencia del ácaro Varroa Destructor en España (el cual es responsable de la pérdida de peso y disminución de la proteína de la abeja infectada), ya que existen variedades de este ácaro resistentes a todas las materias activas más utilizadas contra él.

Todo esto motiva a ANATUR a incidir en la necesidad de un exhaustivo control en el uso de pesticidas para poder erradicar el uso de aquellos prohibidos y que están acabando con uno de los recursos natural más importantes con los que contamos. De la misma manera, es hora de establecer un plan a nivel nacional para ayudar a las explotaciones apícolas a combatir de manera efectiva no sólo los parásitos, sino también a especies invasoras como la avispa asiática que están diezmando nuestras colmenas.

 

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