El «parany» es una modalidad cinegética tradicional de gran arraigo en la Comunidad Valenciana que se enfrenta ahora a sus momentos más duros.
Tras 14 años en la clandestinidad, al ser prohibida por la incompetencia y desidia de los grupos políticos que debían defenderla en las instancias europeas, recientemente la Conselleria de Medio Ambiente en manos de PSOE y Compromís ha asestado otro duro revés a los aficionados cerrando la puerta al cesto malla, la última esperanza que tenían los paranyers para rescatar del letargo esta práctica ancestral de captura no letal de aves.
El propio director general de Medio Natural y Evaluación Ambiental, Antoni Marzo, ha denegado la autorización para la realización de los ensayos solicitados por las distintas asociaciones que defienden esta modalidad, por lo que el futuro del parany afronta la incertidumbre de una posible desaparición. El trabajo incansable de personas como Miguel Ángel Bayarri, presidente de APAVAL, quien ha llevado la propuesta del cesto malla hasta Bruselas, es lo único que mantiene un hilo de esperanza para el parany, una tradición que las administraciones valencianas parecen empeñadas en hacer desaparecer.
Esto es lo que ocurre cuando los grupos políticos se olvidan de sus ciudadanos, legislan en su contra y hacen oídos sordos a las reivindicaciones de miles de personas, que no nos olvidemos, también votan y tienen en su mano cambiar el rumbo de estos despropósitos. Ya no es sólo que diferentes asociaciones ecologistas como SVO, IDEA, Ecologistas en Acción, GECEN o APNAL-Ecologistes en Acció, hayan impugnado ante los Tribunales las autorizaciones emitidas cuando esta práctica contaba con amparo legal, sino que en esta ocasión, los propios partidos gobernantes de la Comunidad Valenciana han abandonado a su suerte a los paranyers, no los han defendido en Europa y han conseguido que el futuro de esta parte de la cultura valenciana penda de un hilo.
En ANATUR – Acción Natural Ibérica denunciamos esta situación y recordamos que la manera de luchar contra estos ataques es la presencia en las instituciones de quienes velarán por la defensa de las tradiciones que nos definen.