ANATUR – Acción Natural Ibérica, partido político creado por la defensa del campo y sus sectores, no puede ser ajeno a la preocupación que en estos momentos embarga a miles de hombres y mujeres que viven y desarrollan actividades agropecuarias en Cataluña, ya que la mejora de las condiciones de vida del mundo rural es uno de nuestros principales objetivos.
Por ello, ante los importantes riesgos que conlleva la declaración de independencia de ayer por el Parlamento Catalán, es indispensable advertir de las graves consecuencias que podría acarrear para el mundo rural catalán. Para nadie es un secreto que quedar al margen de la Unión Europea puede traer graves daños económicos para los agricultores y ganaderos catalanes, que hoy se benefician de las ayudas europeas, que se transfieren a través de la Política Agraria Común (PAC) y la Política de Desarrollo Rural.
Actualmente, más de 42.000 ganaderos y agricultores catalanes se benefician de las ayudas europeas, que superan los 300 euros al año de los Fondos Europeos Agrícolas de Garantía (FEAGA) y 348 millones de euros al año de la Política de Desarrollo Rural para el período 2014-2020. Ahora la UE promete pagar las ayudas con incluso con un aumento del 50% – 70% por los daños causados por fenómenos climáticos, pero el problema es… ¿Qué va a pasar en el futuro? Todas estas ayudas estarían en el aire al quedar fuera de la UE.
Más grave aún es el riesgo de perder los mercados naturales de sus productos al quedar excluidos del comercio con los países europeos, a los que se destina la mayor parte de su producción, de modo que todos, pequeños y grandes productores, pueden resultar perjudicados.
Lo mismo puede ocurrir con las ayudas a los pescadores ¿Qué va a pasar al quedar al margen del Acuerdo Marruecos-UE? ¿Y los armadores, que hoy reciben ayudas de Europa que rozan los 500 millones de euros. Van a poder competir sin ellas? Obviamente no va a ser posible.
Por otro lado, algo que agrava aún más su situación es que no sólo se pierden las ayudas de la UE. Al romperse el vínculo con España se romperían relaciones milenarias que han favorecido las aspiraciones del pueblo catalán, particularmente a aquellos que han sabido construir con gran esfuerzo sus empresas y sus formas de vida, en el campo y en la mar.
No es éste el momento de hablar de las mejoras y beneficios de las medidas que desde ANATUR – Acción Natural Ibérica impulsaríamos en caso de llegar a acceder a cargos de representación, en beneficio del campo, el mar y sus tradiciones. Por ello, ahora sólo es el momento de lanzar esta voz de alerta y llamar a la prudencia y la moderación, para que el futuro del agricultor, del ganadero y del pescador catalán, así como el de sus hijos, esté garantizado y seguro.
Por todas estas razones, quienes integramos ANATUR – Acción Natural Ibérica no podemos menos que sentirnos muy preocupado por los graves riesgos a los que se enfrenta el mundo rural catalán, confiando, como no puede ser de otra forma, en el estado de derecho y en las leyes que de él emanan y respetamos.