Desde ANATUR – Acción Natural Ibérica queremos denunciar la última iniciativa del Gobierno Canario que, 25 años después, vuelve a intentar extender las prohibiciones en la isla como ya hicieron hace más de dos décadas con las corridas de toros.
Esta vez, los afectados son las peleas de gallos, una tradición de gran arraigo en las islas y los espectáculos con animales en los circos que visiten el archipiélago. Por desgracia, no es la primera vez que desde las administraciones tratan de poner coto a una actividad legal y perfectamente regulada que, a pesar de cumplir escrupulosamente con las normativas vigentes, sigue siendo día a día atacada por representantes políticos que parecen ignorar deliberadamente los deseos expresos de una importante parte de la población canaria.
Este nuevo cambio normativo se encuentra en fase de anteproyecto, por lo que hay abierto un período de solicitud de informes además de iniciarse la fase de información pública y audiencia. Cuando esté toda la información sobre la mesa, Hacienda deberá pronunciarse. Desde ANATUR – Acción Natural Ibérica nos pondremos en contacto con la Federación Gallística Canaria para tratar de apoyar en todo lo posible y hacer ver el valor de esta tradición, no sólo a nivel cultural y etnográfico, sino también biológico en defensa de una raza autóctona única como es el gallo combatiente español.
La normativa por la que se rige actualmente, y que data de 1991, establece que las peleas de gallos podrían seguir celebrándose en aquellas localidades donde eran tradición, en las galleras ya existentes a esa fecha, con público mayor de 16 años y sin ningún tipo de ayuda por parte de las administraciones públicas. Pues bien, a pesar de cumplir estrictamente con estas condiciones durante 25 años, a pesar de la prohibición de construir más galleras y la abstención absoluta de la administración a la hora de impulsar o promover esta práctica, la intolerancia política ha iniciado nueva cruzada contra una actividad que sin ninguna ayuda pública y con el boicot de la administración, ha seguido creciendo y consolidándose.
Y es que el afán prohibicionista se extiende sin remedio por culpa de políticos que ceden a la presión de grupos animalistas. En este caso, el plantear la prohibición de una tradición que está documentada en Canarias desde hace más de 300 años, en una Federación que aglutina a casi 50 asociaciones y que ha emitido más de 1200 carnés para participar en las peleas, y que cuenta con un número de aficionados varias veces superior, hasta el punto que vinculados directamente con las galleras en Canarias puede haber más de 9000 personas.
No nos quedaremos quietos ante este nuevo atropello, porque cada iniciativa para prohibir quienes somos que queda sin respuesta, es una batalla perdida. Desde ANATUR – Acción Natural Ibérica estamos con la Federación Gallística Canaria y haremos todo lo que esté en nuestra mano para que la actual propuesta de cambio normativo no llegue a materializarse.